Debris

Si, se derrumbó todo. Se fue al carajo. Me dieron ganas de darme una patada en el culo y a ella también y a ese otro par de pendejos que nada tenian que ver. Luego tras la tempestad vino la calma...
Ni madres, un pendejo me volvio a hacer encabronar. Que no le dí el expediente, que era mi responsabilidad y la chingada. Que si te lo devolví, buscalo bien y cuando lo encuentres, metetelo por el ano. Si lo encontró, pero no se lo metió, nada más puso su cara de pendejo con rasgos cubistas.


Me desperté hoy envuelto en un aroma de sabanas limpias y acordandome que me quedé dormido viendo las cortinas y pensando en el inventor(a) de las mismas.
Hace rato el mail, pinche mail, agilizando las noticias. Sobre todo las malas: Que ya estuvo, ya no vengas, te veo en el messenger...
El messenger se encargó de hacer instantaneas las malas nuevas. Realmente ya no me importo, como decia Buñuel: agua pasada no mueve molino.


Ya llegó la navidad. Me caga y este año promete ser más molesta: Villancicos + Luis Miguel. 2 cosas bastante molestas por separado se juntan para musicalizar el frenesí de consumo que nos invade en esta época (No es queja ni resistencia a ese bonito impulso de comprar por comprar).