Llegamos en tiempo récord, desayunamos, compramos burbujas y las echamos en el rostro de un señor malhumorado, nos burlamos de la gente y derrochamos dinero en maquinas con tenazas para obtener muñecos de peluche. Nuestra visita continuo por un museo y una tienda de jabones. Nos costó un chingo de trabajo abandonar la ciudad, las calles son estrechas y los autos numerosos. Estuvimos en puebla un 5 de mayo. Luego volvimos y batimos otro récord.
ajajá o_O
ReplyDeleteguau, ustedes saben algo impresionante y no nos quieren decir.
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